sábado, 20 de marzo de 2010
Extraños
Siempre me pasa, una mañana de tantas estoy esperando el autobús en mi parada con los cascos puestos y la música sonando y es entonces cuando alguna vieja que ha perdido su bus llega y me pregunta por el siguiente,yo aturdida me quito un casco y le respondo.Entre bla bla bla me ha empezado a contar detalles de su vida ,que si va a tal sitio,que si ha salido tarde de casa por esto o por lo otro...yo intento escuchar por educación pero realmente no me interesa nada.Normalmente pienso-la conozco de 2 minutos,¿por que me cuenta su vida entera?-pero luego siento lástima y la dejo que continúe hablando,de repente llega su bus,se sube y se va.
Me pasa con frecuencia cuando espero en algún sitio,la gente suele acercarse a mí para darme conversación como si me conocieran de toda la vida,y me resulta gracioso,como si llevara escrito en la frente,"hable conmigo si le apetece"y entre conversación y conversación a veces me doy cuenta de lo fácil que puede resultar hablar con un extraño hasta de cosas personales antes que con tus conocidos,será por la mirada limpia y sin prejuicios con la que te hablan,será por la novedad de ser completos desconocidos y la nueva confianza que se borra cuando te subes al autobús.
Me pasa con frecuencia cuando espero en algún sitio,la gente suele acercarse a mí para darme conversación como si me conocieran de toda la vida,y me resulta gracioso,como si llevara escrito en la frente,"hable conmigo si le apetece"y entre conversación y conversación a veces me doy cuenta de lo fácil que puede resultar hablar con un extraño hasta de cosas personales antes que con tus conocidos,será por la mirada limpia y sin prejuicios con la que te hablan,será por la novedad de ser completos desconocidos y la nueva confianza que se borra cuando te subes al autobús.
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Eso es terriblemente cierto.
ResponderEliminarLlevamos varios días visitando tu blog y nos encanta lo que escribes y cómo lo escribes. Saludos!
Love,Car.