Sentirte como Dolly Parton o una vaca en un vestido para simplificar a menudo te recuerda por que odias ir de compras desde lo más profundo de tu esencia.La imagen de Pretty Woman se desvanece y con ella esa banda sonora que la caracteriza y que parece envolver en un halo de felicidad a toda mujer en un día de compras y tu coartada para no reconocerte en el cliché femenino en un centro comercial se afianza,finalmente y después de 3 semanas de horror consigues mágicamente ese vestido negro que toda chica desea y debe tener,nada que se sitúe en el puesto número uno de la colección de primavera-verano de una gran marca,si no toda una ganga a tu presupuesto que hace que tu ego recupere su lugar y que te reafirmes en que lo tuyo no son las tardes entre probadores,si no frente a una buena peli,un libro,una conversación o frente al tecleo constante de tu ordenador donde te recompensa encontrarte,saber quien eres de verdad entre toda la clase de mujeres que existen.
lunes, 25 de abril de 2011
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Pasado de me vuelvo a Siena. Mañana me toca ir de compras y tengo sensaciones parecidas a las tuyas con la diferencia de que no espero encontrarme ninguna ganga :S
ResponderEliminarMmmmmmmmmmmmmmm... Siena!!! ya sé que no nos conocemos mucho pero... me haces un hueco en tu maleta?? jajajajaja que envidia me das en serio,yo también quiero!! Hum!!! jaja Disfruta de tu vuelta!!
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