sábado, 20 de noviembre de 2010

Revolviendo entre las cosas que me traje a Madrid encontré un pequeño sobre con fotos y la vi a ella tumbada en el suelo,sosteniéndome cuando a penas tenía 4 años,llevaba puesta la camiseta a rayas rojas y blancas con la que duermo yo muchas noches,me adueñé de ella una de las últimas veces que fui a Vigo,la tenía guardada en el segundo cajón de la cómoda de su habitación,olvidada,y no me había dado cuenta hasta ahora de que esta camiseta que llevo ahora puesta es la de la foto,es suya,si lo pienso es como si la tuviera más cerca que nunca,aunque se encuentre a unos cuántos kilómetros de aquí,he tardado en querer echarla de menos desde que llegué a este sitio para evitar precisamente esto,"echar de menos a mamá",la niña que tanto ha crecido y ahora no puede evitar añorarla,como me lavabas el pelo y me envolvías en la manta calentita,como no podía irme a la cama sin arreglarnos cuando nos habíamos enfadado,como te robaba el pintalabios poniendo mi índice en tu labios,tu te reías y acto seguido yo fingía pintar los míos,18 años de felicidad intercalada que añoro ahora que estoy lejos,sé que crees que llevo esto mucho mejor que tú y me encanta que te equivoques y no lo sepas,por que la niña se ha hecho mayor pero sigue teniendo ese extra de sensibilidad que tantos problemas le ha traído.

2 comentarios:

  1. Jeje es extraño ¿no? siempre valoramos mas las personas y cosas cuando no las tenemos a mano y cuando las tenemos a mano parece que nos olvidamos a veces... por eso nunca seré tan buen hijo como mi madre es buena madre conmigo... :(

    ResponderEliminar
  2. En cierto modo es bueno echar de menos... Señal de que hay amor.

    Besos.

    ResponderEliminar