lunes, 30 de agosto de 2010

Cuando era pequeña solía ser muy llorona,aún ahora lo soy,inocente de mí,imaginaba que dentro de mí había una especie de fábrica de lágrimas por que nunca nunca se acababan.Siempre he padecido inundaciones oculares incontrolables...cuando río de verdad no se hacerlo sin llorar y la gente se ríe aún mas y me preguntan entre carcajadas que Qué me pasa!!,sin embargo cuando estoy a punto de llorar siento como la angustia se apodera de mi garganta incontinente lista para abrir la llave de paso a la mínima mirada de "no llores" y al mínimo abrazo,es por eso que cuando me siento así prefiero estar sola,para intentar mantener la situación bajo control,pero siempre hay algún alma caritativa que se me acerca cuando menos me conviene circunstancialmente hablando y eso supone para mí la rendición.
Recuerdo como cuando era todavía una enana y empezaba a llorar sin parar,mi hermano venía,me miraba un instante y me decía algo en bajito que de repente me hacía reír,era entonces cuando me decía "pero... ¿¿ríes o lloras?? ¿¿a ver??" y justo entonces inconsciente de la ironía, ganaba la sonrisa la batalla.Creo que a día de hoy esa es la única forma de sacarle una sonrisa a mi tristeza y él la conocía y no dudaba en usarlo contra ella.Por eso quizá he salido tan irónica y sarcástica cuando quiero lograr empapar de emociones a los demás,para que una sonrisa sea una sonrisa de las mías,de las que regalo gratuitamente(valga la redundancia),una sonrisa de Duchenne.

2 comentarios:

  1. Me encanta la ironía. Me declaro un ácido por sistema!

    Besos, y no dejes de regalar sonrisas.

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  2. Ya ves Jauroles,la ironía la chispa de la vida. Un beso

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