littlebylittle

Yo soy de las amantes del frío invernal,que disfrutan viendo llover y sintiendo el frío en la piel al salir de casa.
Me encanta la lluvia, algo que normalmente la gente repele y que a mí me resulta acogedor.
Hay pocas cosas que me resulten tan agradables como esconderme bajo el nórdico y escuchar la lluvia fuera,en la calle, y yo dentro,bajo las sábanas me relaja y me duermo.
El otoño despierta mi esencia,por que es ese momento de entretiempo que te prepara para empezar todo de nuevo con los nervios por inercia ya que llevo 18 años de prácticas,como si el ciclo de un año nuevo no lo marcara el 1 de Enero sino el mes de otoño.
Los rojos y naranjas teñirán las aceras incluso el cielo obstinadamente,esas hojas secas color canela que crujen cada otoño bajo mis pies.
Son noches que se vuelven largas y en las que busco el calor de la calefacción y las duchas de agua caliente y saco la indumentaria de abuela en detrimento de mi aspecto pero en favor de conciliar el sueño lo más rápido posible,ya que de cara al invierno todas horas de sueño son pocas,cierto duende sabe a qué me refiero,ambas comentábamos nuestra forma extremadamente sexy de irnos a dormir...
Y un día te despiertas y al poner los pies en el suelo sientes Frío,algo que casi no podías recordar,correteo hasta la cocina,rápido,sin ganas y me dispongo a empezar el día,la semana y las clases.
Llega el frío y con él la magia que me absorbe.Es difícil de explicar,una atmósfera de acciones y relaciones,de inimaginable calidez y vuelve la inercia,todo se funde,la gama de cálidos contrasta con esos días grises y azul océano en los que te levantas y es de madrugada,vuelven los guantes,la bufanda y los gorros de punto,el reproductor cargado de temas que te hacen sentirte casi en casa para evadirte durante el trayecto a clase,el autobús,el metro,el olor de la humedad en el aire, y llegas,el ambiente de clases,lo riquiños que son los madrileños,llueve y las calles se vuelven más frías y buscas el calor en la gente,observo sus caras,sonrisas de complicidad mañana,tarde y noche.Y vuelta a casa,por la tarde a pesar de la pereza de una hora de trayecto hasta el centro,salgo,las calles rebosantes,los comercios y su campaña de otoño-invierno,los cantautores del metro, escuchar a Sinatra,Armstrong,Nina Simone,etc más de lo habitual,mi banda sonora invernal por excelencia,me fundiré de nuevo este año con los días de nieve,las mañanas congeladas asomada a la ventana (algo impensable en mi ciudad) y mis resbalones( improvisados eh...) y el chocolate caliente, y el salir y quedar por mucho que llueva para algunos.Las luces en las calles desde las 6 de la tarde...solo tienes que pararte y mirar de frente a la ciudad que se despierta ante ti,es inmensa,mágica y está más llena de vida que en ninguna otra época.

Qué bien, que ha vuelto el frío.