Hay algo en el frío,en la humedad del aire,en el aire fresco tras una tormenta de verano que lo hace realmente acogedor.

Me gusta el verano,pero más me gusta un cálido invierno al temple de un blues.

Días de invierno,maratones de cama.

Y sueño con inviernos contigo bajo la sábanas, domingos de cálido despertar a tu lado, tus estados de semiconsciencia abrazándome seguidos de mi mirada temprana fijada en ti. Se me da bien mirarte. Me gusta creer que puedo escabullirme de la cama muy despacio sin que lo notes,alcanzar mi falda y mi camiseta allá donde se encuentren y bajar a la calle a por croissants a la panadería,calentitos,tu y yo y el desayuno.Despertarte a besos,eso sí que se me da bien.

Dormirnos sin despertador, pensando que mañana es sábado,el ansiado sábado
y que en el menú del día solo toca disfrutar.
Que los desayunos se alarguen hasta las 11 de la mañana .
Oír a las golondrinas revolotear entre los primeros rayos de sol que traerán la primavera.
Que empiece a hacer algo de calorcito y podamos salir a  la calle en manga corta.
Pasear al solecito, un parque, un helado y la mejor compañía.
Desconectar mentalmente,olvidar que hoy es sábado, mañana domingo y pasado lunes,
estamos en ese paréntesis de vida llamado fin de semana, a mediados de marzo y
 hoy en Madrid hace un día espectacular.