sábado, 9 de marzo de 2013

Hoy es uno de esos días en que no puedes para de escuchar el opening de Punky Brewster una y otra vez y acordarte de muchas cosas.Aún hace un par de días me dijeron entre contagiosas sonrisas que era muy yo.

Doy gracias a nuestra infancia,aunque los ochenteros siempre estéis de pique inconcluso con vuestros hermanos/as menores debatiendo qué generación "mola más" en ese juicio inquebrantable,probablemente yo junto con todos los de mi generación nos hemos papado grandes reposiciones a vuestro lado en los noventa de las series americanas de los ochenta.Desde que con 5 años me despertaba los sábados y domingos sobre las 8.00 y me dirigía silenciosamente hacia el salón,encendía la tele bajita para no despertar a nadie y me ponía en el suelo a ver Punky Brewster. 

Aunque un poco indirectamente que ver con esto,hoy he llegado a la conclusión de que vivo corriendo,como yo muchos o todos vosotros,si por primera vez me dirijo directamente a este público intangible que sondea internet, estaba intentando hacerme entender a mí misma como muchas otras veces,pero hoy especialmente por temas pendientes con una misma hasta que he llegado a la conclusión de que mi único problema si podemos llamarlo así,el origen de todos mis (nuestros) males  y todos esas falsas y pedantes patologías autoproclamadas,que no te digan que estás loco/a,el único problema es la velocidad a la que vamos.


Me apetece vivir despacio,no sé si alguien se apunta siempre puede hacérmelo saber,me alegrará saberlo.Cuando hablo de vivir despacio me refiero a emprender un compromiso conmigo misma desde que aparto las sábanas por la mañana y me levanto,a veces no sé ni lo que es disfrutar del día a día,me sorprendo agobiada o en un eterno estado de dejarse llevar por inercia en el que no sabes ni lo que estás sintiendo por que un momento te empuja a otro sin darte tiempo a verte a ti misma ni a como te sientes y luego llegan los  puntuales llantos inesperados de loca(s) que no sabes ni de donde vienen concretamente y no tan concretamente se llama CÚMULO,cúmulo de situaciones estresantes,de conductas propias y colectivas autocensurables que alimentan la ansiedad,al menos puedo decir que no estoy sola en eso y es algo generalizado en mi entorno estudiantil.

Ese compromiso del que hablo implica disfrutar del amanecer del día de despertar tú con él,incentivada a ver la luz de la calle,aunque en estos días invernales  aun no sea del todo clara a unas dolorosas 6.30 de la mañana,de apartar con desgana esa sábana al sonar el inevitable despertador,de dejar de sentirlo y adjetivarlo como inevitable.

He leído algo sobre la filosofía del llamado movimiento “slow” y creo que es totalmente para mí,algunas de sus propuestas son acciones sencillas como apagar el teléfono el fin de semana,a otras es más difícil dejarse sucumbir por la conciencia-PERO ES FUNDAMENTAL-como no tocar nada en lo relevante al trabajo aunque creas que tienes la imperiosa obligación de avanzar esto y aquello porque si no no llegas,desconectar del mundo de las obligaciones y los compromisos,no solo es algo básico para ser feliz si no para ser productivos en nuestros puestos,algo que envidio de los países nórdicos es esa calidad de vida cotidiana,así que opto por no decir lunes hasta que sea lunes,hacer que el domingo cuente y sea especial desde la mañana a la hora de acostarse,y que aún así cuando llegue de nuevo el amanecer y el ritmo de la semana no le odies.
Yo soy la que por la mañana prefiere ir despacito y no desayunar atragantada,ni correr por ese tren y la misma que se envenena cuando la muchedumbre la oprime hasta no dejarla respirar,así he tenido algún que otro susto en esta jungla animal que es Madrid en horas punta intentando salir del vagón. 

Sí al empaparme si llueve al volver a casa por la noche.Sí al pararme a saborear.
Siempre he soñado/sueño con ello,con un fin de semana libre,la de veces que anhelo por activa y por pasiva despertarme después de las 10 un sábado o un domingo,poder hacer crepes con nata para desayunar,poner música que empape toda la casa y no arreglarme ni meterme en la ducha hasta casi la hora de comer.Sí al tomarte tu tiempo,sí a la calidad de vida. A mimarse un poquito ¿Os apetece?


Mis recomendaciones minutos 1:35 y 5:37

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