jueves, 9 de septiembre de 2010


Chamberí : la estación fantasma.
Andén Cero.


No,no se trata de un capítulo narrativo de Íker Jiménez a pesar del misterioso título... si no de un pequeño sitio del que estoy enamorada,tiene una historia curiosa y como era de esperar...ahí va...

Allá por 1919,se estrenó en Madrid gracias al revolucionario proyecto de Antonio Palacios,la red de metropolitano o metro que conocemos hoy en día.Esta red en sus inicios se desplegaba en una única línea de ferrocarril,la Línea 1 que albergaba el recorrido desde la estación de Cuatro Caminos hasta Sol.La construcción de la misma supuso toda un revolución en la comunicación y los transportes desde la perferia hasta el centro de la capital,ahunando funcionalidad y estética para atenuar la reticencia de los habitantes a emplear un transporte subterráneo,hecho más que novedoso para ellos.
Tuvo tan buena acogida que aquel lluvioso 17 de octubre de 1919 gran parte de la población madrileña salió de sus casas con la curiosidad a flor de piel contenida hasta el momento por la expectación de dos años de espera desde el inicio de su construcción,e inauguró la red del metropolitano de Madrid.Cuentan algunos que la innovación tuvo excelentes resultados por sí misma aunque algunos viajeros(de género masculino) lo emplearan con frecuencia motivados más bien por la aparición de los primeros cargos,ocupados por jóvenes mujeres en taquilla...

Con la llegada de la guerra civil, varias estaciones del metropolitano ( entre las que se encontraba Chamberí) sirvieron de refugio a miles de familias durante los bombardeos aéreos,convirtiéndose las estaciones en lugares insalubres.
Posteriormente en la década de los 60, la red ferroviaria tuvo que ser ampliada para dar cabida a la gran afluencia de viajeros,lo que supuso el cierre de la ya mencionada estación de Chamberí por su mala situación y su imposibilidad de ampliación.
La estación permaneció inutilizada durante más de cuarenta años, reduciendo los trenes su velocidad cuando atravesaban sus instalaciones.Los accesos exteriores fueron tapiados y gracias a ello se conservan hoy en día muchos de los objetos cotidianos de la época, como carteles publicitarios,taquillas,tornos y hasta billetes en las papeleras.
En 2006 fue llevado a cabo un proyecto de restauración y la estación fue convertida en museo,
tranportándonos en un instante a los años 60 mediante su apariencia intacta,algunas proyecciones y el hilo musical de la época,para mí una estación congelada en el tiempo rebosante de encanto.

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