viernes, 10 de septiembre de 2010

Mañana vuelvo a casa una vez más pero no para quedarme en esta ocasión como cada septiembre va a ser extraño venirme de vuelta por que no es un viaje más.Tras un verano muy complicado,hoy,pasé de no tener hasta ahora ninguna oportunidad en cuanto a mi futuro inmediato en cuestiones de estudios a comérmelas todas, no sé cómo ni qué ley cósmica es la responsable de todo esto,pero hoy me puse a llorar como una estúpida llamando a mi madre para darle la noticia.La amargura y el llanto que protagonizaron mis dos útimos meses parecen darme una tregua para que sonría pero de verdad,por que como me dijo una morena hace un rato por teléfono" te lo mereces ara"...así que los días que me esperan en mi ciudad a parte de por un par de exámenes más que me quedan que aunque ahora carecen de sentido iré a hacerlos pero ya desde una perspectiva más relajada,pienso disfrutarlos como una enana.Es difícil pensar que el cambio al final va a llegar tras tantos altibajos e incertidumbre,pero ahora pienso que en cada viaje de vuelta cuando piso el aeropuerto de Vigo siento una gran tranquilidad.Volver a casa generalmente nos recuerda que todo sigue igual,es nuestro pequeño lugar en el mundo y estamos seguros de que allí encontraremos la estabilidad mental siempre que lo necesitemos,como medida de socorro en momentos de agobio.

Se me hiela la piel y el aire vuelve a oler a verde,es entonces cuando sé que he vuelto.
Aquí se queda atrás el "si es que qué salá que es la gallega" que me coseché en Madrid,aquí soy la de siempre,la de para todos y para nadie,solo yo.

Cuando llego están mi madre o bien mi hermano esperándome allí,listos para escuchar la retahíla de quejas y anécdotas que siempre traigo y que nunca nos sorprenden proviniendo de quién provienen y que comentamos entre risas,llantos o resignación según proceda..jajajaja es justo después cuando descargado el corazón,no vuelvo a pensar en marcharme si no en disfrutar mis días allí,el único sitio donde hoy por hoy me siento en casa.Lo primero que hago siempre es bajar la ventanilla y respirar la brisa atlántica que tanto echo de menos cuando estoy fuera.
El trayecto parece cada vez distinto,llueva o haga sol estas últimas veces,parece paradisíaco,creo que es fruto de la morriña por que nunca he alabado especialmente esta ciudad.Desde el coche se ve la ría tan azul,tan brillante,el puente de Rande y las bateas a lo lejos...dios como añoraba el paisaje,nunca entendí tal nostalgia,nunca hasta ahora,supongo que estoy hecha una Romántica(líricamente hablando, no por lo sentimental que eso no es nuevo en mí jaja).

Llegamos a las mismas calles vivas pero no a reventar,compruebo una vez más la excelente conducción de los gallegos al volante (nótese la ironía) ,el mismo ambiente,la misma calle de apariencia renovada y decente pero con sus bares de alterne inamovibles,eso que no falte... jajajaja
Portal,escaleras,piso,puerta y estoy dentro.Todo sigue prácticamente igual,menos esos cambios decorativos que mi madre emprende casi al libre albedrío y que hacen que en ocasiones quiera matarla,pero sigue siendo el mismo piso,me están esperando las mismas paredes,la misma habitación,el mismo olor a "estoy en casa".Lo primero que hago tras dejar caer todos mis bartulos al suelo, es poner música (haciéndole saber a los vecinos que he vuelto,para que no se desacostumbren...) e ir corriendo a la terraza junto a mi bicho alado y sus silbidos eufóricos de albañil en la hora del bocadillo a mi llegada entre gritos y saludos,me paso media mañana con él con nuestro típico repertorio de" tú háblame todo lo que quieras pero mientras acaríciame",me despido con un pico y un poema poco más...después me tumbo,dejo que la música me empape y cierro los ojos .
Un par de llamadas después y ya por la tarde siempre quedo con cierta fanática del fútbol y la ropa,ya mencionada anteriormente,con la intención de ponernos al día en temas de cotilleos personales como siempre,en lo que no nos haya dado tiempo en 20 horas al teléfono...,mientras caminamos se me intercalaban sobre todo los primeros días, sensaciones del tipo,"me siento como una forastera..." Vs "llevo aquí toda mi vida", y esto es extraño para mí por que descubrí que lo mejor de no ser de un sitio es el hecho de que nadie te conozca,ese anonimato total es una sensación liberadora,eso sentí al llegar a Madrid,ah sí... junto al " no tengo ni idea de donde habrá una tienda de esto o lo otro en un caso de urgencia"pero esa es la letra pequeña que nadie te comenta...


Es pleno septiembre,con todo lo que ello implica,arreglándome por dentro,me esperan unos cuántos trámites desde la distancia,una semana para hacer mil cosas,para relajarme,reírme y ver la vida pasar,disfrutar de esa pequeñas cosas que voy a echar de menos ya antes de volver a Madrid,los peques llenan ya las calles y alegran a cualquiera al verles tan pequeños y tan llenos de vida,empiezan el cole,algunos por primera vez... la parte negativa es que no sé si podré un año más con los recalcitrantes anuncios de Elcorteinglés y su maravillosa vuelta al cole con sus puñeteros corticoles y su niños rubios de anuncio sonriendo jajajajaja me ponen mala,creo que es un trauma infantil...por otro lado me queda ver de nuevo a esa persona con la que quedé mil veces en vernos y no fue posible (mi brasileña) y a otras tantas,quiero ver la playa de nuevo, que no la he pisado una sola vez en todo el verano,pero por elección propia esperaré al otoño a los días de frío,tiene mucho más encanto que a tope de bañistas,siendo partícipe de sus espectáculos visuales.Accederé encantada a un par de caprichitos culinarios,unas cuantas sesiones de cine y lo que se pueda de relax.Parece que ya me toca... el descanso mental que no tuve en todo el verano.

Querido septiembre ya estoy aquí.








Soy una chica Atlántica y eso no va a olvidárseme nunca.

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